Personas y personajes.

Percibo que la gente que nos rodea cada día o en momentos determinados, forma parte de nosotros.
Unos con un comportamiento simpático , alegre y amable nos aportan y suman, ya que su carácter es ideal para que nos dejen huella positiva.
Otros con su forma de ser cerrada, ásperos, concisos en sus palabras y secos , acaban por pasarnos, como que nos restan energía.
Sentimos ante ellos la necesidad de analizarnos para ver si su forma de expresar sus ideas es por algo que hayamos provocado nosotros.
Y entre tanta gente que vá pasando por nuestras vidas, nos encontramos diariamente con los dos estilos; tanto en el trabajo, como entre nuestras amistades, como en el propio círculo familiar ...
Y me dá que pensar ... si yo soy la misma en todos los casos ... el poder que voy distribuyendo a las personas que pasan a mi lado , quizás es excesivo.
El sentimiento de duda, miedo, precaución... , que en algunos casos constato en mí frente a alguien que simplemente por su forma de actuar me hace adaptarme con la finalidad de ... ¿ caerle bien ? ¿ Ser aceptada ? ... si, realmente le estoy dando poder. El poder de alterar mi paz, sensibilidad, alegría ... por y para una adaptación instantánea a ella.
Pienso que cada persona tiene en sí una historia, un recorrido de vida, una mochila que la hace ser como es.
Todo ello no vá por mí.
Y desde esta situación, es cuando veo que no debo adaptarme a ella, debo ser yo, tal y como soy.
Si en el ámbito de una conversación, capto a la persona tipo B, digamos así, mi consciente debe no implicarse emocionalmente, diría también "no tomarlo personalmente", sino más bien captar al ser que hay a mi lado, como un personaje con su historia, sin ningún poder sobre mí para modificar mi camino de vida.
Pretender ser salvadora de todos, es imposible y víctima de los que matan cuando hablan , tampoco.
Desde otro aspecto, pienso, que atraemos lo que somos.
Y es por ello que cuando nos cruzamos con el personaje tipo B a nivel consciente o inconsciente, puede ser un buen momento para reflexionar qué hay en mí que lo ha atraído.
Qué momentos vienen a mí, que me aportan ... sensación de miedo en vez de amor, me alteran, me generan dudas ...
En meditación o en momentos de recogimiento con mi Yo, esta reflexión me puede ayudar a ver aspectos internos que requieren mi atención.
El verlos, ya es positivo para despejar posible bloqueos.
Y desde esta prespectiva, todo lo que me rodea es maravilloso, positivo y todo suma.
Es energía que aprovecho y transformo.
Este es un poder que todos tenemos.
Sombra y Luz.