Mis sueños

Leyendo a C.G.Jung en su análisis del inconsciente dice : "... Al cabo de poco tiempo comprendí que era correcto aceptar los sueños tel quel como fundamento para su interpretación, pues este es su fin. Constituyen hechos de los que hemos de partir".


Durante estos días que mi mente no sigue las normas establecidas siento que "estoy parando".
Los momentos de silencio y soledad son extraños y poco conocidos pero a la vez son agradables y deseados.
Espero sentirlos para "ser".
Es un sentimiento de extrañeza ... nunca antes había vivido una emoción similar. Incluso ahora al escribirlo, me es difícil traducirlo en palabras.
El silencio , mi silencio ... es dar el consentimiento a sentir mis emociones, mis prioridades internas y la vez ver la imágen del inmenso mar calmo en un día soleado.
La soledad, es saber que no te sientes sola, que estás contigo misma primeramente (¡ sorpresa !)... porque nunca habías tenido ni tiempo ni necesidad (¡ qué fuerte ! ).
Valoras y deseas a todo tu entorno, pero sin renunciar ni ignorar al más importante : Yo.
En mí, los dos juntos, cada día me tienen una sorpresa preparada : La improvisación.
Y con todo este cóctel tan estupendo vivo el día a día conmigo y para mí.
Me despierto, me miro, me acepto, me lloro, sonrío al paisaje que entra por mi ventana (árboles sin hojas en los que aprecio la lluvia, sol que entra hasta la mitad de mi habitación, pájaros que vuelan o que están atentos en una rama y que de repente cambian a otra o se van ... ), leo, escribo, medito ... todo un aprender a vivir desde un ángulo de visión distinto.
Me acuerdo de una conversación en la que se comentaba que podemos tenerlo todo.
No hace falta excluir para vivir.
Yo digo que quiero esto y esto y esto. Y con lo que escojo ... vivo.
Ahora desde este nuevo ángulo de visión me doy cuenta de que este sentir... nuevo sentir... en mi caso, no lo había aceptado tal y como ahora lo conozco. Y en este momento veo lo importante que es para mí y lo escojo tal y como ahora lo vivo.
Me doy cuenta a mi apertura a sensaciones que nacen y vienen desde dentro.
Estas sensaciones que en este momento las percibo, las siento ... las reconozco, como en cualquier otro momento de mi vida reconocía abiertamente aquellas que venían desde fuera de mí.
Por ello, de una forma consciente, cada noche me entrego al sueño (como siempre), pero esperando que este me dé señales para mis sensaciones interiores.
Puede que lo que pido venga del inconsciente.
Y desde el insconciente, mis sueños, me regalen un lenguaje para entrar un poco más en mí. Abrirme a la intuición, quizás...
Desde la apertura al lenguaje de mis sueños, los he ido anotando uno a uno. Desde el primer día que fuí consciente de que mis sueños me hablaban.
Al despertar los voy describiendo lo mejor que puedo , fijándome en el escenario, personas que me acompañan, sentimientos que siento en ese momento ...
Me he dado cuenta, que si bien las historias son distintas, el significado que percibo en todas ellas es de apertura a un yo interior y los distintos miedos que yo noto al entrar en este... mi mundo interior.
Solo en una única ocasión, pero muy emocionante para mí, tuve una premonición.
Se repitió una escena concreta ( dos veces) con mi hijo mayor, en la que yo me enfadaba mucho con él, en esa misma noche.
Y antes de que amaneciera, me despertó mi hijo con los mismos argumentos que yo había soñado dos veces y volvía a enfadarme igual como lo hice en mi sueño.
Al finalizar la escena real, me dí cuenta que exactamente igual como habia pasado yo lo había soñado.
Mi enfado se transformó en sorpresa y después análisis.
Ya no pude dormir.
Me pareció que estaba en una laboratorio químico, analizando cada una de las materias que generaban el compuesto final.
Sentí rabia de haberme enfadado y que no me hubiera servido el sueño para reaccionar de otra manera.
Sin embargo me alegré muchísimo de sentir como me estoy abriendo a este nuevo mundo que hay dentro de mí.
Que lo estoy descubriendo poco a poco y que me parece muy especial y también vital que forme parte de mi vida.