En mi ágora ...

En mí y en mi espacio. Sin otra ubicación . En este momento no hay calles, ni edificios, ni comercios con sus slogans (creo que es época de rebajas) , ni reglas a cumplir ni en hacerlas cumplir.
Coordenadas físicas, cero cero.
Lo que hasta ahora eran, compromisos, proyectos, horarios, reuniones ... rutina ... ahora ... es lo que yo quiera que sea.
En mi primer impulso inicié reglas nuevas y proyectos nuevos ; libreta para nuevos deseos, libreta para mis sueños, libreta para prácticas del inglés, libreta .... por inercia estaba sistematizando una logística concreta para esta ; una nueva situación.

¿ Cómo quiero yo que sea el ágora para mi nueva vida ?
Mi punto de encuentro de mí misma con todo lo demás. Respiré ...
Está en mi interior.
De hecho no es algo que se programa, ni siquiera viene cuando se le llama... está en mí.
Estamos tan acostumbrados a querer algo y quererlo ¡ ya !
Ni bueno ni malo, esto no es así.
Aceptar, querer, reconocer desde el interior, ... también trabajar (en mi caso) el dolor y avanzar en el mutuo conocimiento (mi pie izquierdo)... improvisar, sin pretender controlar, ni situaciones concretas ni el hoy ni el mañana.
Buscar ayuda en mis sueños. Son apuntes interesantes para este camino.
Aunque soy una inexperta en su interpretación, ahora dedico mi atención al despertar en recordarlos, observar sus detalles y detallarlos (en mi libreta de los sueños). Después los leo y pienso en lo primero que viene a la mente. Es mi yo interno que habla.
Mente desconectada y escucho el silencio.
Todo va más despacio y a la vez todo está en mí. Dejarse llevar por la paz interior .
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A a lo lejos, oigo la actualidad. Los ruidos dentro de mi silencio.
El ir y venir de los que conviven conmigo en casa.
Pasan delante de mí, cada uno interpretando la obra de su vida.
Cada uno con su historia, sus protagonistas y su guión. Sus prioridades, sus ilusiones, desengaños, euforias, amores y manías.
Vienen y van.
Yo soy un espectador, a la vez involucrado, ofreciendo mi opinión, sin más.
Nada está bajo mi control.
Me miman, sonríen al verme en mi pequeño espacio en el cuál todo lo que pueda necesitar está a mi alrededor y de fácil acceso.
Están por mí sin pedir nada a cambio.
Es un estado nuevo para todos.
Ellos conmigo y yo con ellos.
También es un espacio de enseñanza en el que todos aprendemos. Todos damos, todos recibimos.
Somos a la vez maestros y alumnos.
Cada uno en un plano ... el de cada uno. Individual e intransferible. Hecho a medida .
Y viéndolo así, todo está bien. Está como debe estar... sin forzar nada.