Les millors mans del mon

Como si de un mantra se tratara a lo largo de todo el camino, hasta el hospital de Figueras, susurraba " les millors mans del món".
En ese momento estaba yo y mi dolor.
Oía a lo lejos a mi pareja que mientras conducía el coche, me hablaba y con aire preocupado se iba girando continuamente para ver cómo me encontraba.
Absorta en mí , o sea en mí dolor, y con los labios secos de tanto pronunciarlo, seguía con mi mantra "... les millors mans del mon, les millors mans del mon, les millors mans del mon ... ".
Ante la evidencia que mi vida estaba haciendo un giro y sin contabilizar aún el ángulo concreto, todo mi yo suponía que la magnitud del tema, para nada sería leve.
Lo primero, encontrarme, durante toda la película que se iniciaba, en las mejores manos del mundo, a lo que se refiere a todos y cada uno de los profesionales que me iban a atender.
Ni me imaginaba cómo me re-cogerían para trasladarme o cómo me quitarían la bota que llevaba puesta en el pie o cómo .... me curarían, es decir , " ... por favor dejenme igual que como yo estaba hace apenas una hora".
Mientras mi mente realizaba y dirigía la película de lo que supuestamente sucedería a continuación, el tiempo pasaba y me iba acercando al hospital.
Llegué y ví el hospital. Realmente me emocioné. ¿ Curioso, no?? Emocionada por saber que me controlarían el dolor pero a la vez asustada por todo lo desconocido que me esperaba.
Me sacaron del coche, me incorporaron en la camilla, entré en urgencias y me trasladaron a un box.
En ese momento me percaté que ya no era dueña de mis movimientos.
La idea era "déjate hacer lo que sea... no controles..., no ..., ¡ es que no puedo !!!".
En Figueras me comunicaron que me debían operar urgentemente, ya que había varios huesos del pie izquierdo fracturados.
Decidimos que la operación se hiciera en Barcelona, pensando en la logística familiar (por mis hijos , mis padres y también por mi pareja).
Así pues, al cabo de dos horas de mi entrada en el hospital, mi pareja en coche me llevó a Barcelona.
El viaje de una hora y media proximadamente fué relajante, ya que mi dolor estaba controlado por los fármacos que me habían suministrado.
Mi mantra seguía el mismo proceso ... y debía creer en él ...
En mi inercia mental o sea mi "control" seguía preparando la disposición de todo lo que me haría falta a mi llegada a Barcelona.
A nuestra llegada a Barcelona (Teknon), me volvieron a hacer todas las pruebas de nuevo para un nuevo dignóstico ( es penoso descubrir cómo se trabaja doble, se invierte enegía para hacer lo mismo otra vez, las pruebas que me habían realizado anteriormente , ni se las miraron).
Al final me determinaron el mismo diagnóstico y precisaron : tres roturas en peroné dos en tibia, ligamientos y huesos del tobillo.
Con la ayuda de una amiga y su pareja, médicos de Teknon, conseguí que al cabo de tres horas de mi llegada al hospital de Barcelona me ingresaran en una habitación.
Ese momento fué similar al de ... ¡ Por fin en casa !! Descansé, dejé de estar en guardia , respiré por primera vez , desde el momento del accidente.
Repasando en ese momento todo lo ocurrido, realmente lo más a destacar es el agradecimiento a cada una de las personas con las que me crucé en su camino... camilleros, enfermeras, médicos. Todo fué ¡ genial ! ¡ Las mejores manos del mundo!!
Mi médico, el que me operó al día siguiente y me sigue llevando a día de hoy, ha hecho y sigue haciendo un buen trabajo.
Mi pie está inmóvil recuperándose de una operación complicada. Mis cicatrices siguen su curso .
La recuperación se prevee de 4 meses aproximadamente.
Físicamente nos estamos conociendo de nuevo mi pie izquierdo y yo. Estamos recorriendo un camino nuevo para ambos y el objetivo común es seguir coordinados como siempre hemos estado. Por ello , hoy , de forma dulce y suave tenemos un nuevo mantra ; " Lo siento, perdona, gracias, te quiero" .