¡ Gracias a mi pie izquierdo !!

Quiero expresar mi sentimiento en estos días que no sé ni cómo describirlos.
Siento gratitud a mi pie izquierdo por tener la oportunidad de vivir estas nuevas emociones.
Yo no soy mis emociones, y esto lo estoy descubriendo aquí y ahora.
¡ Gracias !

miércoles, 30 de diciembre de 2009

El mar

Me encanta el mar.
Lo añoro cuando hace días que no lo veo.
¡ Caminar y ver el mar, para mí, ya es un placer !!
Siempre distinto.
Por su color, las corrientes, el paisaje que lo envuelve , las nubes ...
Al mirarlo me despierta el agradecimiento ; cuando sus olas se acercan a la orilla y finalizan en la arena, veo que todo viene a mí ; lo que está porque es y lo que deseo porque vendrá.

Me gusta navegar, que el viento y la brisa me hinopticen.
Ver el horizonte y seguir viendo el horizonte ...
Es una sensación de sentirse viva, de libertad.
Cuando navego, no puedo sentarme , debo estar de pie ... respirar y sentir ... todo en uno.
La velocidad de la embarcación, el sonido del oleaje, el sol en mi cara... todo ello lo siento como un juego de colores que me invade y me hace vibrar.
! Es fantástico estar totalmente entregado a este entorno ¡
El día 6 de Diciembre al mediodía, me permití el lujo de poder navegar en una lancha de salvamento. Siempre es un placer y además todo estaba compinchado para disfrutar al máximo. Nada que ver con el tiempo otoñal. El sol radiante, un poco de oleaje y un mínimo de viento.
La compañia además inmejorable. ! Todo era perfecto !!
Pero cuando algo debe suceder sucede y en este caso también fué así.
Yo delante de la lancha motora, de pie y cómplice del horizonte como siempre ... pero en ese día al salir del puerto una ola alta nos hizo tambalear y la sorteamos, pero la siguiente ... en la siguiente me lanzó al aire y caí al suelo de la lancha.
Al caer, aquello si fué una suma de sensaciones ... eso sí, hoy las recuerdo a todas plenamente.
La primera sentirme caer, seguida de un dolor desgarrador y la siguiente ver mi pie izquierdo con otra orientación física, por decirlo de algún modo, también podría decirse ; verlo "colgando".
Supe desde ese momento que mi vida, como en ese momento la lancha, hacía un giro hacia otra direción.
En el caso de la lancha hacia el puerto y en mi caso, hacia un rumbo desconocido.
En ese instante de tanto dolor, mi primera prioridad fué, buscar mis conocimientos hasta el momento para una autoayuda rápida y "recoger" mi pie izquierdo con las dos manos para darle la máxima protección "hasta nuevo aviso".
Oí voces de los que estaban conmigo y se preocupaban del grado de daños que tenía, pero yo los oía muy lejos.
El dolor seguía subiendo de intensidad y un recurso hubiera sido el desmayo, pero no sé cómo provocarlo, o sea que debía buscar otro recurso.
En los partos de mis hijos funcionó bastante el respirar y las técnicas de respiración.
Bueno, este fué mi primer salvavidas.
Después me vino los recuerdos del fin de semana con mis compañeros y tutores del curso que estoy haciendo de psicoanálisis.
! Qué bien ¡ Me acordé del tema : Individuación.
Torpemente me llegaban mis apuntes a la memoria e inicié el equilibrar mi dolor hasta llegar al Hospital más cercano para que me pudieran diagnosticar, curar, ... lo que fuera , pero que yo pudiera ya "bajar la guardia" de mis sentidos ... cada vez me sentía más fatigada.
Fueron 30km en coche desde Roses hasta Figueras totalmente sumergida en aceptar el dolor, mirar y vivirlo. Ello me permitió el estabilizarlo en un grado concreto.


martes, 29 de diciembre de 2009

Sentir



Hoy convierto en palabras todo lo que llevo dentro de mí.
¡ Tengo tiempo !!
Qué tópico más actual, tan utilizado en mi día a día. Siempre administrándolo para que pudiera llegar a todo.
Sin pensar , ¿ Qué quiero hacer ? , ¿ qué me gustaría hacer ?,
¿ Dónde quiero ir ?
Sencillamente, ser consecuente cada día con todo lo que se debe hacer, cuidando el detalle y planificando algún acontecimiento extra con tiempo para disfrutarlo en su momento . Y cuando ese extra llegaba, era un disfrute total ... ! sin lugar a dudas !!
Es en este momento actual, en el que vivo, que todo es y se vé circunstancial.
Pongo en una balanza todo lo que quiero y me gustaría hacer y en otra el tiempo que puedo dedicar.
Es como un escaparate en el que paras delante de él, miras, sabes lo que quieres, puedes y lo compras.
Estoy mirando el escaparate, veo que hay muchas cosas que me gustan y veo que puedo, puedo llevarmelas puestas.
La sensación es de bienestar y de sentir que debo organizarme para poder vivirlo .
Por otro lado, hay la alarma del debo hacer. Que cada día que pasa es como más suave, más permisiva. Desde la suavidad me sitúo delante de cada uno de los temas del día. Los veo, analizo y con cierta calma les doy curso. De vez en cuando ... aparece la alarma ... ¡ bueno !
Sensaciones, ideas en mi mente, bajar el nivel de las circunstancias y subir cada vez un poco más el que me acerca mí. Quizás ¿empezar a buscar dentro de mí ? ... dar paso a la intuición y bajar el nivel del instinto,... puedo.
Y añadir a este juego de emociones, uno nuevo... un nuevo inquilino en todo este despertar : el dolor.
Es como una mochila de viaje que me recuerda constantemente mi peregrinar, mi nuevo camino. En momentos concretos me pesa mucho y en otros es más ligera, pero siempre está en mi.
Despertares, tiempo, dolor ... están en mí y los voy a vivir. Vivirlo desde mi ser, conectando.
Gracias a mi pie izquierdo, el dolor que me transmite, puedo desde este punto acercarme al ser que soy, para poder vivir en comunión conmigo misma. Impulsar mis acciones desde este prisma. Mi mente ahora no funciona en automático, está por mí y por ello puedo pedirle que se una a mí y me siga.
Quiero pedir a mis sueños que me guien . Recordar, ver, sentir, aceptar, ... caminar. Seguir el camino recordando. Estar en mí y cerca de mí. Velos que me rodean. Ir quitando de uno en uno y seguir. Pero más cerca ... de mí.